Como todos los años, este no puede faltar, he aquí mi balance del 2017...
Para empezar el año nos esperaba un hermoso viaje y ahora sí, sabiendo lo que venía, era demasiada la ansiedad. Estas vacaciones superaron las del año pasado, lugares mágicos que voy a guardar en mi y que sueño con volver a ver. Gracias Córdoba por tanta naturaleza y paisajes increíbles.
En marzo volví a patín, siempre feliz de estar en donde quiero estar, de seguir cumpliendo este sueño interminable que me llena de felicidad. Este año tuve la oportunidad de volver a vivir lo hermoso de participar en un show, los nervios, la ansiedad y sobre todo la alegría de estar ahí. No puedo parar de agradecer a todos los que hacen posible todo esto, al Chanchi por dejarme disfrutar las 8 ruedas, sabes que para mi significa muchísimo, gracias mi amor.
Los meses que siguieron no hay mucho que contar, seguimos esforzandonos para terminar nuestra casa, lo que ya habíamos puesto fecha de mudanza, planeamos proyectos y organizamos nuestras vidas. Nos preparábamos para un nuevo comienzo...
A mitad de año vinieron las nuevas malas, nos vimos obligados a renunciar a nuestros sueños y proyectos, con una sacudida que nos volteó a todos y nos hizo empezar de cero a replantearnos las vidas.
Ya en agosto, con los ánimos por el piso, decidimos festejar los 3 añitos de Ali en nuestra casa en Villa Crespo, poniendole lo mejor de nosotros siempre para que sea inolvidable para ella y para nosotros. Después del cumple de la Chinita fue resignación total, nos pusimos nuevos objetivos y volvimos a empezar a escalar, muy de a poco y con muchos obstáculos, pero siempre para adelante.
Estos meses fueron raros, entre bajones y momentos de buen ánimo, me sentí envuelta en sentimientos mezclados, entre patear todo a la mierda y ganas de ese nuevo comienzo, ahí aparece la OPORTUNCRISIS.
En el medio de todo esto, fue el casamiento tan esperado por todos los bordolinos, Poli y el Chino contrajeron matrimonio, la felicidad por ustedes y volver a juntarnos todos para celebrar su nueva etapa. Fue un pequeño respiro para mi cabeza y una alegría enorme por los dos.
Y vino noviembre y remontando de a poco los ánimos, llegó con mucha fuerza, entre tanta locura, nuestro hermoso "bólido dorado descapotable" para darnos libertad... Y escapando un poco de los problemas, nos fuimos a pasear por San Pedro para recuperar los buenos momentos.
Y acá llegamos a diciembre, con nuevos planes en nuestras vidas, preparándonos para lo que se viene...
Repasando el año, personalmente no tan positivo esta vez, rescato los buenos momentos que viví y agradezco enormemente a todos los que nos ayudaron de alguna forma a pasar los malos tragos. A nuestras familias por todo el apoyo que nos dan siempre, y obviamente a mi familia, al Chanchi y a la Chinita por dejar que nunca baje los brazos, por darme la fuerza necesaria para seguir adelante y por seguir juntos en este largo camino. Los amo profundamente.
Espero, con toda la esperanza, que este año que comienza llegue cumpliendo sueños, traiga más juntadas entre amigos, que podamos solucionar los problemas y todo se acomode de a poco, para todos. Les deseo...
¡¡¡FELIZ AÑO 2018!!!