¿Sos feliz? Es la pregunta que me hago todos los días, al comienzo y al final del día. Y me siento muy bien cuando me respondo que si. Porque aunque pases cosas malas, cansancio, personas insoportables. Siempre lo bueno tira más. El llegar a casa y tomar mates con el Chanchi mientras la Chinita juega y hace lío. Cosas tan simples como estar sentados compartiendo ese momentito de tranquilidad, me hace feliz.
Pero también tengo los días en los que no doy más. Porque aunque me encanta ser mamá, es agotador. Empezando por trabajar 6 días a la semana, y aunque me tengo que bancar comentarios como "estás todo el día sentada", "no haces una mierda", el hecho de no descansar bien a la noche es fundamental. Uno duerme, se despierta, se acomoda y sigue durmiendo, yo no tengo esa suerte. Yo me despierto, reviso que la Chinita esté tapada y me acomodo con la mala suerte que cuando termino, Ali se despierta, se destapa y se queja. Si no es eso tiene pesadillas, si no es eso me empieza a patear, me tira del pelo... Pero no, a mi no se me permite estar cansada y viene uno que te dice "cansada de que?" y por más que se lo expliques no lo van a entender, porque no les pasa. Y así, a pesar de que la chinita me vuelva loca, la amo y amo todos sus lios, y así, a pesar de vivir cansada todos los días, sigo siendo la más feliz, porque pensar que con mis 27 años tengo la familia que siempre quise, es lo que más me motiva a bancarme todo esto. Y TODOS los días espero la tarde de mates para desconectarme un rato y compartir eso tan importante para mi...
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